Las
buenas prácticas ambientales se pueden definir como aquellas
acciones que pretenden reducir el impacto ambiental negativo que
causan lo procesos productivos a través de cambios en la organización
de los procesos y las actividades de una empresa. Nos ayudan a mantener
nuestro trabajo en buena armonía ambiental y crean una gran conciencia
de responsabilidad en la empresa.
Disminuir la cantidad de residuos producidos
Reducir el consumo del agua
Reducir las emisiones a la atmósfera
Reducir el consumo de energía
Mejorar la competitividad de la empresa